Concentración,gnosis y jhānas

Introducción, origen y etimología de los jhānas

Dentro del paradigma budista, concretamente en la rama tradicional Theravada, existe un tipo de práctica meditativa, llamada Samatha, enfocada en la concentración y en los estados alcanzables, llamados jhānas (palabra en idioma Pali). La palabra jhāna se puede traducir como absorción, haciendo referencia al objeto en el que fijamos nuestra atención. La idea es obtener la máxima identificación posible con el objeto, hasta que la persona practicante se “convierta” en él.

Entre los muchos beneficios y funciones de esta práctica, está manifestar nuestra intención y voluntad y la adquisición de los llamados shiddis, o poderes no convencionales.

Al margen de los shiddis, otros beneficios durante la práctica y fuera de ella son:

  • Mayor concentración en cualquier actividad.
  • Incremento de la autoconfianza.
  • Aumento de paz mental y disminución del diálogo y dispersión mentales.
  • Da una base estable para la otra práctica meditativa Theravada: Vipassana, la cual según este sistema culmina con la autorrealización.
  • Estados espontáneos de dicha y placer.

Lo interesante de este paradigma y esta clasificación, es que se ha diseñado un mapa tremendamente preciso y detallado de cada estado, cada sensación y cada logro. Por lo tanto esta información correctamente usada, puede llevar a una progresión real y un buen marco donde localizar nuestra posición y hacia dónde dirigirnos.

Concentración y práctica mágica

En el más moderno paradigma de la Teoría de la Magia del Caos, se expone que la probabilidad de éxito en cualquier trabajo mágico, es directamente proporcional al estado de gnosis alcanzado, que no es nada más que otro nombre para la concentración más allá de lo ordinario o “concentración en un solo punto” o también llamado estado de trance. Esto se corresponde directamente con el budismo Theravada y las funciones de los estados de concentración anteriormente mencionados.

En la literatura de la Magia del Caos, se obtienen los estados de gnosis mediante una amplia gama de operaciones, generalmente divididas en:

  • Técnicas excitatorias: Sexo, ejercicio intenso, música, baile, dolor…
  • Técnicas inhibitorias: Meditación, inmovilidad, privación sensorial…

Lo ideal sería ir probando las distintas opciones para comprobar cual es la que mejor nos funciona. Sin embargo, la práctica de meditación samatha de base y con regularidad nos proporciona un incremento de nuestros estados de gnosis/concentración de manera organizada además de tener los otros beneficios mencionados de la práctica.

Clasificación de los jhānas

Se agrupan en total de ocho, que su vez se dividen en los cuatro primeros jhānas con forma y los cuatro siguientes son llamados jhānas sin forma o aruppas. Hay diferentes criterios acerca de en qué estado de jhāna se empieza a materializar nuestra voluntad: en la literatura clásica lo ubican en el cuarto, otras fuentes modernas en el segundo… Pero consideraremos simplemente que a mayor jhāna alcanzado, mayor probabilidad de éxito.

Lo primero que hay que obtener para entrar en los logros progresivos de los estados jhánicos, es la concentración de acceso. Sería una etapa inmediatamente anterior al primer jhāna, en donde los pensamientos quedan en la periferia y se adquiere una facilidad por encima de lo habitual para concentrarse en un objeto. Personalmente lo siento como si apartase obstáculos a ambos lados de un pasillo y siento la seguridad de poder cruzarlo.

Factores jhánicos y cuatro primeros jhānas

Se considera que el primer jhāna se alcanza cuando se consiguen los siguientes factores, entre paréntesis su denominación original en Pali:

  • Pensamiento aplicado (vitakka)
    Se intenta en la medida de lo posible, volcar toda la atención mental en el objeto de meditación.
  • Pensamiento sostenido (vicara)Una vez que la mente se centra en el objeto, se dedica el esfuerzo el mantener el propio enfoque en el objeto.
  • Éxtasis (píti)
    Alegría o deleite, es una repentina descarga energética y placentera . Normalmente tiene un periodo breve de duración.
  • Felicidad (sukha)
    Sensación agradable de bienestar y dicha, pero de naturaleza más emocional y de carácter más calmada, profunda y duradera que píti.
  • Unidireccionalidad mental (ekaggata)
    Finalmente la mente queda fijada en el objeto de meditación de forma automática y no surge ningún otro pensamiento.

Como curiosidad, algunas fuentes consideran que la aparición del quinto factor anula los dos primeros por su incompatibilidad, por lo que consideran que el primer jhāna consta sólo de los cuatro primeros factores. En cualquier caso recordemos enfáticamente que los mapas conceptuales sólo son orientativos de cara a ubicarnos y progresar, nunca pueden ser guías absolutas de un territorio tan subjetivo como el de los estados mentales.

Progresivamente, los siguientes jhānas tendrán menos factores, los cuales al examinarlos en profundidad pierden la fascinación inicial. Por ejemplo en el segundo desaparecen el pensamiento sostenido y aplicado, es decir desaparece ese esfuerzo para ejercer la concentración y es el propio objeto el que “va hacia” hacia la practicante.

En el tercer jhāna, el factor que se supera es el éxtasis, potenciando así un estado de ecuanimidad que si bien se pudo percibir en los jhānas anteriores, aquí se hace más intenso y evidente.

Cuando la mente “salta” hacia el cuarto jhāna, se elimina el factor sukha(felicidad), permaneciendo sólo el factor de la “mente-en–un-solo-punto” obteniendo una concentración potente. Aquí podemos ver la correspondencia entre la idea general de que es en este jhāna en el que están disponibles los siddhis y la definición de gnosis según el Liber Null:

Los estados alterados de conciencia son la llave a los poderes mágicos. El
particular estado mental requerido tiene un nombre en cada tradición: No-
mente, Detención del diálogo interno, pasar a través del ojo de la aguja, ain
o nada, samadhi, o en-un-solo-punto. En este libro será conocido como Gnosis. Es
una extensión del trance mágico por otros medios.

Aruppas: jhānas sin forma:

Los factores son los mismos que los del cuarto jhāna, de hecho se considera que son productos de este. Pero añadiendo estados más sutiles progresivamente. Se les llama “sin forma” porque tan sutiles que trasciende en gran medida en plano material. Sin profundizar en ellos, ya que escapan al alcance de este artículo, serían:

  • quinto jhāna: espacio infinito
  • sexto jhāna: conciencia infinita
  • séptimo jhāna: nada infinita
  • octavo jhāna: ni percepción ni no-percepción

Práctica

Objetos de concentración

Es común usar la respiración como objeto de concentración, sin prestar atención a las sensaciones más sutiles que la componen, sino como algo “sólido”, como un todo. En el Visuddhimagga,  podemos encontrar objetos de concentración recomendados para cada tipo de personalidad, e incluso las características del templo apropiadas para cada perfil, pues este libro fue escrito para orientar la práctica de la vida monástica.

Una vez escogido el objeto meditativo, la técnica es simple, aunque nada fácil: Hacer un esfuerzo consciente por mantener la atención en dicho objeto evitando que el diálogo mental nos distraiga. Esto ocurrirá muchas veces, así que en cuenta nos demos cuenta, volver a centrar la atención en el objeto. Es bastante más beneficioso alargar los intervalos de concentración de manera continua, que varios intervalos cortos. Por ejemplo, es más deseable mantener la concentración 5 minutos continuos, que varios intervalos de 1 minuto.

Postura y mudra

Hay varias posturas disponibles, pero generalmente se asume que la posición sentada con la espalda recta es la óptima. También puede ir acompañada de un mudra, por ejemplo el Dhyana mudra. Como curiosidad, la palabra Dhyana en sánscrito equivale a la palabra jhāna en idioma Pali. Este mudra tiene entre otros beneficios conocidos, el de ubicar correctamente la línea central de nuestro cuerpo y así mejorar la calidad de nuestra postura así como crear un circuito cerrado de energía que potenciará los estados logrados.

Dhyana mudra

Uno de los mudras más famosos.

Acerca de los resultados

A varias personas practicantes nos ha ocurrido algo algo similar en nuestro progreso: Los primeros días de práctica conseguíamos estados jhánicos duros y estables y sin embargo, a estos gloriosos días siguió una larga temporada con pobres, o al menos no tan interesantes, resultados.

Lo que comúnmente se conoce como “suerte del principiante”, es la ausencia de expectativas ante la imposibilidad de esperar algo que no se conoce. Una vez conocido el resultado a nivel de experiencia, tiene poco deseado efecto secundario de generar dicha expectativa que entorpece el desarrollo natural del progreso. Esto es la “lujuria del resultado” que con precisión señalaba Aleister Crowley. En general se considera esto uno de los principales obstáculos para obtener resultados en la práctica de magick, particularmente en la Magia del Caos se considera que la actitud correcta sería la de “no desinteresarse y no obsesionarse”.

En el caso de la práctica de samatha, la solución más segura es la cantidad de tiempo dedicado a la práctica en sí, ya que a pesar de la no-linealidad del progreso sí tiene cierto carácter acumulativo y largas épocas en las que no hay resultados inmediatos, no son ni mucho menos tiempo perdido.

Conclusiones

La práctica de concentración es bastante agradecida por sí misma, tanto durante el tiempo de práctica como en la vida cotidiana.

Si bien hay métodos más a corto plazo para lograr estados de gnosis, el cultivo sistemático de los jhānas nos da un camino lento pero seguro para lograr esta habilidad básica.

Además de para la práctica de la magia, se pueden obtener habilidades extrasensoriales y, si se desea, saltar a la práctica de vipassana.

Por otra parte, al menos en el primer mundo, la sobrecarga de información y estímulos y la vida frenética, provocan que la mayoría de personas tengamos muy bajos niveles de concentración por lo que es casi una necesidad recuperar este importante recurso.

Referencias

Enlaces

Bibliografía

  • Liber Null. (1978) and Psychonaut. (1982) (publicado en un volumen en 1987), por Peter J. Carroll. ISBN 0-87728-639-6
  • Visuddhimagga: El Sendero de la Purificación, por Buddhaghoṣa. ISBN: 978-84-945752-6-6
  • Meditación Budista: El Sendero de la Serenidad y Visión Profunda, por Bhante Gunaratana. ISBN: 9788499882260

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *